Permite que los órganos genitales femeninos estén siempre en una temperatura agradable y adecuada para garantizar su correcto funcionamiento.
Retiene el aroma personal (creado por las feromonas) que transmiten señales sexuales para estimular la libido de la pareja.
Previene la irritación de la zona genital durante el acto sexual, ya que el roce puede causar enrojecimiento e incomodidad.
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Razones por las que no depilarse el vello púbico
¿Aún no estás del todo convencida de si quieres o no dejarte el vello genital?
Deberías prestar atención a estos motivos para convencerte de que lo mejor sería dejarlos como están (o, simplemente, recortarlos un poco):
1. La piel sufre Con la depilación del vello genital la piel sufre
En primer lugar, eliminar el vello púbico inflama e irrita los folículos pilosos. Además, puede dejar heridas abiertas (que no se ven a simple vista) molestas y dolorosas.
La depilación constante causa también vellos encarnados dolorosos y quemaduras, en el caso de usar cera.
Si, en cambio, se utiliza rasuradora o depiladora, puede causar cortes.
También debemos tener en cuenta las afecciones dérmicas.
La psoriasis o los eccemas pueden agravarse debido a la depilación.
Si padeces alguno de estos trastornos de la piel será mejor que consultes con un médico para saber qué método para quitar los vellos te recomienda.
De lo contrario, podrías agravar la situación y sufrir muchas molestias o dolores.
2. Acelera la proliferación de bacterias.
La depilación con cera caliente (también conocida como sistema español) es de las más perjudiciales para el área del pubis.
Este método provoca enrojecimiento y debilitamiento de los poros.
Cuando esto se combina con la humedad y temperatura de la zona, podría convertirse en un caldo de cultivo para bacterias. ¡Y si no hay vello no podemos impedir que ingresen al cuerpo!
No obstante, estas afirmaciones, aún basándose en estudios científicos, también cuentan con detractores.
Estos afirman que puede realizarse una depilación púbica segura, y que no tiene por qué acarrear ningún tipo de problema.
Lo mejor, ante cualquier duda, es que preguntes a tu médico de confianza.
3. Más posibilidades de padecer herpes y HPV
Este estudio realizado entre los años 2011 y 2012 en Francia hace una valoración negativa de la depilación íntima.
Demuestra que aquellas mujeres depiladas del todo son más propensas a padecer herpes genital. Cuando se rasuran y causan heridas se expone al organismo al virus que provoca esta enfermedad de transmisión sexual.
Por otro lado, el virus del papiloma humano ha proliferado de manera acelerada. Esta enfermedad se transmite en muchos casos sin que las personas se enteren (porque no tiene síntomas automáticos) o por la falta de información.
No obstante, en este caso no existen aún estudios que establezcan algún tipo de correlación con la depilación. Riesgo de contagio del virus del papiloma ante la depilación del vello genital
4. Las modas, modas son
No hay que olvidar que este tipo de depilación es una tendencia entre las mujeres y que ofrece trabajo a muchas clínicas.
Sin embargo, no hay que hacerlo solo por moda o porque crees que si las demás lo hacen tú también deberías.
Si no te sientes cómoda o te duele demasiado, mejor quédate como estás. Siempre estás a tiempo de cambiar de opinión o valorar otras opciones.
Además, hay que tener en cuenta que no por depilarnos aumentaremos nuestra higiene.
El mal olor no tiene que ver con la cantidad de pelos en los genitales, sino con la higiene personal.
Depilarse el vello genital es una moda
¡Tampoco es un afrodisíaco!
Es cierto que muchas mujeres se sienten más seguras de sí mismas cuando están depiladas y por ello lo pasan mejor en el sexo.
Sin embargo, la satisfacción íntima va más allá de la cantidad de vello que se tenga.
También depende de la pareja. A muchos hombres les gustan las chicas que se depilan por completo.
No obstante, también hay bastantes que las prefieren al natural, es decir, con sus atributos intactos.
Consejos para genitales depilados
Puede ser que nada de lo que hayas leído hasta ahora te haya convencido de no quitarte el vello púbico porque te sientes muy cómoda sin él. ¡No hay problema! Eso sí, te recomendamos algunos buenos hábitos para que esta decisión provoque las menores consecuencias posibles.
Durante la depilación
Depila de a poco: Si nunca te has quitado el vello genital es aconsejable que empieces paso a paso. De esta manera sufrirás menos el dolor o los efectos secundarios.
Comienza recortando con tijera y luego pasa la rasuradora o la cera.
Depilarse el vello genital no es más higiénico
Presta atención a la irritación: No importa el método que hayas elegido para quitarte el pelo genital.
No dejes de lado los efectos en la piel. Si está muy enrojecida, arde o molesta ponte una buena crema hidratante. Fíjate si han quedado vellos encarnados.
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Después de la depilación
Analiza cómo te sientes: Quizás hayas tomado la determinación de afeitarte por completo porque te lo ha pedido tu pareja, te vas de vacaciones o deseas probar algo diferente. Compara tus sensaciones con las que tenías cuando aún conservabas el vello.
Usa ropa interior de algodón: Descarta ciertos materiales como la licra. Tampoco optes por la ropa muy ajustada (incluyendo los pantalones).
Utiliza faldas o vestidos sueltos y cuidado con el bikini.
No tomes sol en la zona: Puede que te hayas depilado por completo porque tu traje de baño es diminuto o ha comenzado el verano.
No obstante, no es aconsejable que durante los primeros días después de rasurarte o usar la cera el sol entre en contacto con el área. Evita la irritación y enrojecimiento con un factor de protección elevado.